miércoles, 30 de marzo de 2011

Pasionaria: retorno del exilio y muerte


Pocos personajes históricos del siglo XX en España han sido merecedores, a la vez, de tan encendidos elogios como acérrimas críticas como María Dolores Ibarruri, conocida comúnmente como Pasionaria. Fue dirigente del PCE durante la Guerra Civil y, exiliada en la URSS, mantuvo un protagonismo de primer orden en la vida del partido en el que militó. No vamos a centrarnos aquí en su trayectoria de esa época, que de hecho ya ha sido objeto de reseña en este mismo blog. Nuestra atención se situará exclusivamente en sus últimos años de vida, ya en España. Fue, de hecho, un personaje relevante de la Transición Española, fundamentalmente desde su valor de símbolo de la superación de la división de la Guerra Civil. La conocidísima canción de Ana Belen era muy popular, especialmente entre quienes veían en ésta una reivindicación de la memoria de la lucha antifranquista durante la dictadura. 

Ibarruri, igual que otros exiliados políticos españoles, regresaron en las semanas previas a la celebración de las primeras elecciones democráticas tras la Dictadura franquista, en junio de 1977. Como candidata del PCE por la provincia de Asturias, fue elegida diputada, como también lo fue en las últimas elecciones de la Segunda República, en febrero de 1936. Por su muy avanzada edad, le correspondió presidir la mesa de edad constitutiva del Congreso de los Diputados en su primera sesión. Coincidieron en aquella legislatura, la primera democrática y finalmente "constituyente", dirigentes políticos que hasta hacía muy poco tiempo habían estado enfrentados, unos alineados con el franquismo, otros en la oposición antifranquista, algunos incluso exiliados, o que habían sufrido cárcel por motivos políticos. 


Pasionaria junto a Rafael Alberti, en la Mesa del Congreso de los Diputados. 1977.

María Dolores Ibárruri ya no fue diputada en la primera legislatura constitucional, la que se abrió en 1979, tras la aprobación de la Constitución actual. Poco a poco se fue apartando de la vida política. Falleció en Madrid en 1989. Con motivo del 20 aniversario de su muerte, el PCE celebró un homenaje público a su figura.

sábado, 26 de marzo de 2011

Del Pazo de Meirás y de "Franco con fiebre"



Estos días ha vuelto a ser noticia el Pazo de Meirás, la que fue residencia de verano del general Franco. Tras un largo pleito entre la familia Franco y las autoridades autonómicas de Galicia, el edificio, que fue originariamente residencia de la escritora Emilia Pardo Bazán, puede ser ya objeto de visita pública. El Pazo de Meirás fue adquirido y acondicionado gracias a una cuestación pública, aparentemente voluntaria, mediante la cual la Diputación de La Coruña pudo disponer de él desde 1938 y donárselo al general Franco para que fuese su residencia de verano.



El edificio, que simula una construcción medieval, realmente fue levantado a finales del siglo XIX, y su valor artístico es limitado. No así sucede con su valor histórico. En él se desarrolló buena parte de la actividad oficial del estado durante la Dictadura de Franco, incluida la celebración de algún consejo de ministros. También fue en el Pazo de Meirás donde el general Franco se restableció de la grave operación quirúrgica a la que fue sometido en el verano de 1974, de gravedad tal que incluso obligó a que el entonces Príncipe de España, don Juan Carlos de Borbón, asumiera durante unas semanas de forma interina la jefatura del estado.  

Nos cuesta creer que Franco no sufriera fiebre en aquella u otra ocasión en el Pazo de Meirás. En todo caso la fiebre que nos ha ocupado durante casi un trimestre ha sido otra, la que con seguridad padecía el 1 de abril de 1939, último día de la Guerra Civil, fecha que ocupó, en parte, según nuestra recreación, en una entrevista. Hemos aclarado conjuntamente los términos a incluir en la entrevista, hemos compartido los planteamientos que cada uno de los grupos de trabajo tenía para enfrentarse a la redacción, redacción final que entregamos a efectos de evaluación a través del aula virtual de Moodle.

Realmente las contribuciones han sido bastante buenas, algunas excelentes. Ahora se trata, a efectos ya de evaluación del tercer trimestre, de compartir la entrevista de cada grupo en el blog colaborativo. Cada grupo puede publicar la suya "ocupando" un post o entrada. Invitaremos a todos a que no solamente puedan publicar comentarios sino también a publicar en el blog. Se puede también, tal como han planteado algunos grupos, hacer una representación o interpretación dramática, tanto en audio como en audio y vídeo, eso sí, en ambos casos, con la condición de publicarla online, en la Red. Disponemos de medios y recursos para ello.

martes, 15 de marzo de 2011

"Asignatura pendiente" y "Solos en la madrugada": dos películas para conocer la sociedad española de la Transición


Nos adentramos en el estudio de los primeros meses de la Transición Democrática, extremadamente intensos desde la perspectiva de la política: muerte de Franco, proclamación de Juan Carlos de Borbón como nuevo Jefe del Estado, constitución de la Platajunta, sustitución de Arias Navarro por Adolfo Suárez como Presidente del Gobierno, primeras medidas reformistas del Presidente Suárez, Ley para la Reforma Política, amnistía..., acontecimientos todos que fueron vividos por millones de españoles como el cierre de una etapa histórica y el inicio de otra, de más libertad, democrática... El cine español ha retratado esa época, mejor probablemente desde la perspectiva social que desde la política. Entre las películas que nos ayudan a comprender esos años, destacamos aquí dos, de José Luis Garci como director: Asignatura Pendiente (1977) y Solos en la madrugada (1978).

Asignatura Pendiente sigue siendo hoy una referencia imprescindible para comprender la frustración que la falta de libertades produjo en una generación de españoles que vivió la apertura democrática desde una edad madura, conscientes de lo diferente que hubiesen sido sus mejores años, los de la juventud, en un contexto social y político más abierto y tolerante. Garci se acerca a la vida de un joven abogado progresista, José, que vive con desencanto su separación matrimonial en una época en la que esta situación aún era muy excepcional. Intenta recuperar una relación de pareja, en este caso con una ex-compañera y amiga de la universidad, Elena, víctima de un matrimonio convencional sin amor y del que los prejuicios de la época le impide huir. El divorcio, la censura, la represión de la oposición antifranquista, la posición de marginalidad social de la mujer y de subordinación al hombre, todo ello queda reflejado en la primera gran película de Garci.




Desde una perspectiva periodística y ambientada unos meses después, Solos en la madrugada es también otra película imprescindible para aproximarnos a la sociología española de la primera transición democrática. Jose (también protagonizado por José Sacristán y con una caracterización análoga a la del abogado de Asignatura pendiente) es un periodista de éxito, conductor de un programa de radio de madrugada que entabla una particular relación con su audiencia. El reclamo es similar al de Asignatura pendiente: favorecer el autoconocimiento de una generación de españoles que aún ve con dificultad y temor su encuentro con las libertades tras la desaparición de la dictadura franquista. El argumento de la película cuenta con la narración radiofónica de, tal vez, el más simbólico acontecimiento de la Transición, la legalización del PCE, al que pertenecía desde la clandestinidad el protagonista.

Treinta y cinco años después, nuevas generaciones de españoles nos reencontramos con un pasado que no vivimos de forma consciente en primera persona, el tardofranquismo y la primera transición. Películas como las dos reseñadas de Garci, alguno de cuyos fragmentos veremos juntos -especialmente el monólogo final de despedida del programa de José Sacristán en Solos en la madrugada que utilizaremos en una actividad de clase-, nos permiten conocer cómo vivieron y cómo sintieron esos momentos históricos nuestros padres y abuelos, qué marca dejó en ellos lo que Garci denominó con gran acierto como "los años oscuros", y comprender mejor los móviles de sus actos y sus percepciones, de entonces y más recientes.


jueves, 3 de marzo de 2011

"300 millones": la Transición Democrática y Latinoamérica en TVE



En clase nos despedimos ya del franquismo y nos adentramos, con fuerza y determinación, en la Transición Democrática. El nuevo periodo, de apertura democrática, trajo consecuencias sociales y políticas muy relevantes. También afectaron al ámbito de las relaciones sociales y culturales con Latinoamérica. Durante el franquismo, España no mantuvo unas relaciones normalizadas con la totalidad de los países de Iberoamérica. Junto a las relaciones muy estrechas, por ejemplo, con Argentina, había otros estados con las que éstas eran poco más que estrictamente formales, sin contemplar los estrechísimos vínculos culturales y sociales, históricos existentes. En algún caso, incluso, no había relaciones diplomáticas directas, caso por ejemplo de México, que mantuvo el reconocimiento del gobierno republicano en el exilio hasta 1976.




Durante la Transición hubo un particular empeño por normalizar y fortalecer estas relaciones, y no sólo en el ámbito de la cooperación política y económica, sino también en la cultural. En este sentido hubo algunas iniciativas populares singulares, como el programa de variedades 300 millones, de TVE, televisión pública y única del momento, y emitido en una veintena de países de Iberoamérica. Su emisión en España, en horario estelar, se mantuvo entre 1977 y 1983, y la dirección corrió a cargo de Gustavo Pérez Puig, realizador de televisión y director de teatro, además de persona estrechamente vinculada a Adolfo Suárez y la presidencia del Gobierno en aquella época. Fueron varios los presentadores que tuvo, algunos consagrados ya, como Jana Escribano o Tico Medina, y otros que se valieron de él par impulsar carreras profesionales recién iniciadas, como nuevos rostros de la nueva época, como Ladislao Azcona o Pepe Domingo Castaño.
Desde la perspectiva política, "300 millones" intentó promover la proyección en América de la realidad emergente de la España democrática. Prestó especial atención a promocionar la imagen del rey Juan Carlos I, principalmente sus primeros viajes oficiales a América, en años en los que aún internacionalmente se asociaba su imagen a la del general Franco. El cese del programa coincidió con la nueva etapa de gobierno socialista y una reformulación global de la relación política y cultural con América Latina, medios de comunicación públicos incluidos.